Trucos para la decoración del salón
A la hora de decorar tu casa te enfrentas a muchas preguntas. ¿Qué estilo escojo? ¿Me decanto por algo cálido y acogedor o prefiero unos elegantes tonos lisos? ¿Cómo puedo aportar más luminosidad?
A la hora de decorar tu casa te enfrentas a muchas preguntas. ¿Qué estilo escojo? ¿Me decanto por algo cálido y acogedor o prefiero unos elegantes tonos lisos? ¿Cómo puedo aportar más luminosidad?
Para empezar lo que se necesita es calma. Si vamos a decorar una estancia tan importante como el salón, el corazón de muchos hogares en nuestro país, debemos ser pacientes y tomar con mimo y cautela las decisiones pertinentes.
Por ello, a continuación, te dejaremos algunos consejos para decorar ese espacio que durante tanto tiempo nos acoge, convirtiéndose en el lugar en el que vemos películas o series en familia, pasamos horas leyendo, ejerce de escenario para las actuaciones de los niños o como lugar de encuentro con amigos… entre otros.
1. Aprovecha los cojines
Si suponemos que el salón es el tronco del hogar, eso hace del sofá el corazón del mismo. Por eso debemos tener mucho cuidado con este y decidir en base a él el ambiente. Sin embargo, ya comentamos en otra entrada que los cojines pueden ser usados para darle un toque más elegante o llamativo al lugar, abusando con colores chillones o estampados atractivos.
No te empujamos a que abarrotes el sofá de cojines, así solo te quedarás sin espacio para la siesta o para acoger invitados, pero sí te incentivamos a que le aportes al espacio ese toque de más que solo los cojines pueden dar. En especial, te aconsejamos usar colores complementarios y distintos tamaños de cojines, por pares principalmente para dar sensación de orden.
2. Dale vida a los rincones con plantas
Lo mejor para disimular, o incluso, aprovechar un rincón dándole protagonismo, es poner una planta. Y esta, cuanto más grande sea, mejor. Las plantas de interior son un recurso increíble que puede aportar muchísimo en cualquier tipo de espacio, aunque sean de plástico. Como lees. Si tienes la suerte, aunque hasta ahora lo hayas visto como una desdicha, de tener un rincón desatendido, siempre puedes aprovechar para decorarlo con una gran planta, como puedes ver en la imagen del sofá Sharon.
3. Ordena la librería y explota sus colores
Si bien el objetivo principal de una librería podría ser el de recoger los objetos mientras se da cobijo a los libros, hoy en día las librerías sirven para mucho más. O mucho menos, depende de cómo se mire. A día de hoy, la librería ya no es un mueble para almacenar y recoger, sino que puede ser un protagonista en el salón.
Por ello, esta deberá de mantenerse ordenada, sin demasiados objetos que agobien o puedan hacer que el espacio parezca una despensa, y que pueda resaltar el salón. Además de ser práctica, esta puede ser decorativa. Así, aquí tienes un par de consejos:
- No llenarla a rebosar, ya sea de objetos o libro
- Alternar los libros y enciclopedias familiares con objetivos bonitos y con colores acordes al resto de la decoración
- Añadir un par de fotografías, no somos monstruos y priorizamos el valor emocional a la estética, pero intentemos que sean fotografías lucibles que además de ser emotivas también aporten un componente estético al conjunto
- Mantenerla siempre, siempre, siempre ordenada
4. Decora la mesa del centro
Sabemos que mantenerla puede ser un reto y al final se opta por dejarla vacía y solo dejar que solo los mandos posean el derecho de descansar sobre esta. Pero he ahí el reto, ya que podemos ganar muchísimo con la decoración de la mesa de centro.
Decorar esta mesa con unas velas del color de los cojines, una bandeja en un lateral, un recipiente con popurrí, cristales y piedras o un cuenco en cristal… incluso cajas, que además aportan orden y te permiten almacenar cosas, son una buena apuesta.
5. Cortinas tan largas como la melena de Rapunzel
Cumpliendo con la profecía de que todo vuelve, las cortinas largas no son una excepción. Estas son capaces de vestir un salón básico y aportarle carácter y distinción. Los tejidos naturales sobresalen frente al resto, como aquellos que poseen un leve porcentaje de sintético (que además cuentan con un fácil mantenimiento). También destacan los colores claros y naturales, pero uno de los puntos fuertes de las cortinas es que logran aportar intimidad, regulando la entrada de luz, aunque sin obligarte a renunciar a esta última de manera perenne.